En el fútbol, la pasión y el compromiso se entrelazan en la ambición de los equipos, y en este contexto, el Club Universidad de Chile no ha sido una excepción. Sin embargo, a medida que los años han transcurrido, la sombra del desencanto se ha colado sobre los corazones de los hinchas azules. La gestión de Azul Azul, quien maneja los hilos del club, ha sido objeto de críticas por parte de la parcialidad universitaria, quienes demandan más que éxitos deportivos: reclaman autenticidad, compromiso y respaldo en momentos complejos.
En algún momento, los hinchas de la «U» vivieron días de gloria y euforia. Obtención de Campeonatos, victorias épicas en el último minuto y entre otros momentos de alegría parecían forjar un horizonte prometedor. Sin embargo, en los últimos años, esos momentos dorados han dado paso a una realidad que duele a los seguidores más fieles. La sombra del descenso y las actuaciones irregulares en la cancha han sembrado la incertidumbre en el alma de los hinchas.
Azul Azul ha sido cuestionado por su falta de autenticidad. Los hinchas necesitan ver a los dirigentes del club enfrentando las cámaras y los micrófonos en los momentos de dificultad, como la actual crisis que tiene el plantel masculino, quienes ya llevan 4 partidos sin ganar. La opacidad con la que a menudo se manejan las decisiones importantes crea un vacío de confianza que solo puede ser llenado con transparencia. Es necesario que los dirigentes de la concesionaria den la cara en las adversidades, no solo para comunicar medidas y estrategias, sino para demostrar que están comprometidos con la esencia del club y sus hinchas.
Si bien el fútbol es un deporte que se mide en goles y trofeos, un club como la «U» trasciende las victorias y derrotas. Es una institución que ha marcado la vida de miles de personas, un refugio de pasiones y esperanzas. Los hinchas merecen una gestión que no solo busque el éxito deportivo, sino que también entienda y abrace el sentimiento profundo que se teje alrededor de la institución. La «U» no es una empresa más, es el Club Universitario más grande del país.
Hoy, más que nunca, los hinchas necesitan sentirse respaldados por quienes manejan la institución, ojalá pudieran afrontar la crisis azul con la misma energía que sacan nuevos productos a la venta. La «U» es más que un once en la cancha; es una identidad que trasciende generaciones. Azul Azul debe enfrentar los desafíos con valentía y asumiendo sus errores dirigenciales. Los hinchas merecen ser escuchados y considerados en la toma de decisiones que afectan al club que aman.
El Club Universidad de Chile está en un punto de inflexión. La gestión de Azul Azul debe reconsiderar su enfoque, sino seguirán jugando con el sentimiento de cada hincha que sufre con cada partido. El respeto por la historia y la pasión de los hinchas exige una reivindicación en momentos de adversidad. Es tiempo de que Michael Clark, Manuel Mayo, Cecilia Pérez den la cara, muestren autocrítica por las decisiones que han tomado y trabajen con la misión de obtener resultados ahora ya.
El futuro de la «U» no solo se juega en la cancha, ES TIEMPO QUE DEN LA CARA.