La situación actual de la Universidad de Chile ha estado marcada por diversas polémicas, malos resultados deportivos con el plantel masculino, manifestaciones de los hinchas, mal manejo administrativo, poca transparencia de parte de la concesionaria a cargo del club, entre otras. Particularmente la última problemática es la que ha estado marcando la semana, debido a que el actual rector de la Casa de Estudios, envió una carta al CDA, en donde manifestaba su preocupación sobre el club.

Es por ello, que Michael Clark emitió un comunicado en donde responde las dudas que ha presentado Ennio Vivaldi, quien desde el año 2014 que esta a cargo de la Universidad de Chile, ocupando el cargo de rector.

En un poco más de cinco paginas, el mandamás de Azul Azul, especifica que en la actual dirigencia, incluyendo accionistas, no existen vínculos con algunos representantes de jugadores, ni mucho menos propietarios ocultos. Además, resaltó que el Fondo de Inversión Privado Tactical Sports, posee el 63,07% de las acciones de la institución.

«Queremos ser claros y categóricos: no hay representantes, agentes o intermediarios de jugadores, ni dueños o partícipes en otros clubes de fútbol -chilenos o extranjeros- que formen parte -de manera directa o indirecta- de la propiedad del fondo, de la gestión de dicho fondo o del club», mencionó el presidente de la concesionaria.

La respuesta de Michael Clark fue detallista en su comunicado, incluyendo los nombres de cada uno de los actuales directores de cada sociedad que compone la dirigencia de Azul Azul, así también como su controlador Sartor, Administradora de Fondos de Inversión Privado S. A.

En la lista se mencionan los nombres de Óscar Ebel, Pedro Pablo Larraín, Alfredo Harz, Carlos Larraín, Rodrigo Bustamante, Miguel León y Atlas Financial Panamá Corp, estos últimos son controlados por ciudadanos estadounidenses.

Por su parte, el enunciado hace una mención a los inconvenientes que ha tenido la institución, en donde responsabiliza a aquellos que antecedieron su llegada a la «U». Atribuyendo a una especie de «mala fama» hacia las sociedades anónimas.

«Lamentablemente, a pesar de la publicidad del proceso, se ha instalado una campaña de desprestigio, mentiras y descalificaciones, orquestada por las mismas personas que resultan ser los verdaderos responsables de la actual crisis del club«, concluye el comunicado.