Esto lo comienzo con una consulta abierta, ¿Si el club fuera social y la llegada de jugadores fuera tratada en asamblea abierta de socios, ¿Llegaría realmente un jugador que sea identificado con el equipo rival?
La principal carta para responder esto es el caso del ídolo Azul, Leonel Sánchez.
El año 1969 fue la última estrella del Ballet Azul y, a su vez, la última temporada de la dupla de oro del fútbol Chileno y de la U: Leonel Sánchez y Carlos Campos. A pesar de que Sánchez no marcó ningún gol esa temporada Campos marcó 4 y fue una dupla de temer en todos los partidos que se disputaban.
Una reunión que se efectuó a principios de 1970 entre Carlos Pilasi en ese entonces presidente del Club Deportivo y Leonel desencadenó la salida del zurdo jugador luego de 21 años. No sólo eso: el histórico delantero del Ballet Azul cruzó la calle y terminó jugando por Colo Colo.
“Yo creo que ese fue el día que más lloré en mi vida, porque fue una sorpresa para mí. Sufrí mucho, si yo llegué a los 11 años. Toda una vida en el club”, confesó Sánchez al al libro»Ballet Azul» en el año 2016.
¿Pero saben? La decisión de partir de la U pasó netamente por el jugador, nunca lo echaron de la U. Inclusive firmó el contrato por Colo-Colo arriba de un avión tras algunos amistosos.
¿Es realmente algo necesario que un jugador sea identificado con el club para jugar por él o un jugador que inclusive en sus declaraciones ha señalado que «le daría asco» jugar en la U vista los colores de esta institución?